La Casa de Polo de la ciudad de Vila-real (Castelló) ha acogido en la temporada cultural 2019-2020 una exposición muy interesante del artista José Gumbau Vidal (1907-1989) para presentar las diferentes facetas de su trayectoria creadora como maestro del retrato personal y del retrato colectivo. "La poética de la mirada", título de la muestra que han comisariado el restaurador e historiador del arte José María Juan Baldó y Esmeraldina, hija del pintor, ha reunido unos materiales de gran valor estético, marcados por los innumerables estilos que practicó Gumbau a lo largo de su intensa trayectoria artística, primero en Vila-real, luego en Valencia y a partir de 1956 en París y Marsella.
La exposición ha significado el retorno de parte de su obra a su ciudad natal pero en sentido figurado, ya que el visitante y los vecinos de la ciudad siempre pueden contemplar una selección significativa de su pintura en la exposición permanente que ofrece una de las salas de Casa de Polo, espacio de gestión municipal.
Esta última cita tenía carácter de proyecto extraordinario porque estaba arropada por materiales que no se exponían desde hacía mucho tiempo (varios de los cuadros se mostraban después de una cuidada restauración) y también ha servido para rodar imágenes para el documental "Jose Gumbau, la dignitat de l'art social", que el realizador Miguel Miralles ha producido, en el que rescata de una vez por todas su biografía personal y generacional. Confiemos que después del verano podamos asistir a su presentación.
La muestra y el documental son resultado del programa que estamos desarrollando un grupo de trabajo integrado por familiares de Gumbau, especialistas procedentes del mundo de la Universidad y de la información, así como destacados restauradores, con el fin de incrementar la divulgación y conocimiento de un creador que protagonizó páginas importantes de la historia del arte contemporáneo valenciano entre los años 30 y 80 del pasado siglo.
En uno de los coloquios organizados para divulgar el contenido de la exposición la directora del Museo de Arte Contemporáneo Vicente Aguilera Cerni, Rosalía Torrent, mostró su interés para que la pintura de Gumbau esté representada en la colección de Vilafamés, museo donde se grabaron algunas escenas del documental en la sala donde Eusebio Sempere y Joaquin Michavila, amigos del artista, muestran su obra.
En el programa de la exposición tuve oportunidad de publicar un breve artículo "Artista, en todos los estilos", en el que subrayaba la curiosidad de Gumbau por probar y practicar todas las tendencias que las diferentes vanguardias artísticas fueron descubriendo en los años de su formación académica en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos -pertenece a la generación de Renau y Ballester- y en los diversos salones y espacios culturales que mostraron sus primeros pasos profesionales en España y Francia.
El artículo lo reproduzco a continuación, ilustrado con más fotos de la preciosa muestra de Vila-real:
Si Alfons Roig, en los años 50, alzó en Valencia la voz de la renovación artística y Gumbau fue uno de sus principales abanderados, no quiere decir que se apuntara al informalismo, al llamado arte abstracto, para abandonar su maestría en el arte del depurado clasicismo, de la pintura social y humanista, reflejo de un realismo que promovía la libertad republicana y la denuncia de la injusticia.
La figuración le acompañó a lo largo de su trayectoria artística, aunque se adentrara en la geometría truncada del cubismo. En el período francés, ya viviendo en Marsella, sus antiguos grupos humanos que desafiaban mirando de frente al espectador, sin dejar margen blanco en el lienzo, se estilizaron a la manera de Fernand Leger y Giorgio de Chirico, eliminaron sus rostros, y como bolos y peonzas se desplazaron por un vacío simbólico, que hoy evoca también el surrealismo de Dalí.
Gumbau viajó por todos los estilos artísticos del siglo XX, pero no paró definitivamente en ninguna estación estética. Tampoco dejó maletas abandonadas, con sus antiguos lienzos dentro, en paradas provisionales. Podía ser retratista, casi fotográfico, dibujante exquisito, y al mismo tiempo pintor de tradición italianizante, entregado a obras siempre bien resueltas.
Quiso explorar en plena libertad su enorme creatividad y afinado conocimiento técnico del dibujo y la pintura, demostrar que en cada época sabía entender los nuevos lenguajes, pero prefería llevarlos a su propia inspiración, a su sentir más profundo.
Artista total, genio en todos los estilos, humanista capaz de expresarse en lenguajes de variadas escuelas. Por tanto hoy, continúa siendo un artista representativo de las estéticas del Novecientos, y, sin embargo, parece un creador de hoy, de mañana. Integró el clasicismo con la abstracción, el simbolismo con el realismo. Aspiraba a ser un clásico en cualquier tiempo cultural.
El Diccionario de artistas contemporáneos valencianos, escrito por el crítico de arte Francisco Agramunt, le dedica una valoración personal que quiero reproducir: "No era la intención de ponerse a la moda, sino una reacción interior fuertemente sentida. Esto daba a su personalidad un carácter íntegro, desprovisto de artificio, aunque no de fantasía". Habla de su pintura social : "En estas representaciones justificaba su ideología utópica, su interés de denuncia y su papel de moralista", tendencias vinculadas a sus simpatías de juventud con el anarquismo de los años 30. En 1985 Agramunt escribió una monografia sobre Gumbau, "La rehumanización del arte", con motivo de una antológica que se presentó en Castellón y Valencia, años antes del fallecimiento del artista. Otros especialistas como Victoria Bonet y Joan B. Peiró tuvieron unas destacadas colaboraciones en el catálogo de la siguiente exposición de 2007 producida por la Generalitat Valenciana para ser exhibida en el Centre del Carme (Valencia) y en Casa de Polo. Desde aquellas dos grandes citas con su pintura, el legado de Gumbau reclamaba una nueva recuperación cultural como la promovida en 2020 por el Ayuntamiento de Vila-real.
En el número dos de la revista del museo de Vilafamés podemos encontrar atractivos ejemplos de otras instituciones museísticas, que realizan una tarea de difusión y promoción del arte contemporáneo en España fuera de los circuitos urbanos, con características muy parecidas a las que el crítico de arte, Vicente Aguilera Cerni, estableció para la colección del MACVAC que deseaba crear, a partir de 1972, en el antiguo Palau del Batlle del pintoresco pueblo de Castellón, donde se encuentra.
Esos ejemplos se llaman Museo Vostell de Malpartida de Cáceres y Chillida Leku, museo abierto en la paraje natural de Zabalaga en el municipio de Hernani. El primero lo visité hace unos años porque siempre me interesaron enormemente las propuestas del alemán Wolf Vostell, promotor del movimiento artístico Fluxus e ingenioso creador de instalaciones al aire libre y en espacios que poseen energías especiales. Es lo que tiene el lugar elegido para la ubicación del museo, un antiguo establo perteneciente a la ganadería transhumante de la mesta castellana, situado junto a un curso de agua y unas rocas inmensas, perfiladas por la erosión, que parecen naves espaciales caídas del cielo. El artículo que publicamos está escrito por Josefa Cortés Morillo, técnica de arte en el citado museo extremeño.
En el caso del artículo dedicado al recinto tradicional donde el gran escultor Eduardo Chillida acumuló gran parte de su obra, la autora Carmiña Dovale, profesora de expresión gráfica en la Universidad del País Vasco, nos describe cómo el pintor y su familia fueron capaces de transformar un viejo caserío y su entorno natural en el traje a medida que la magnífica obra escultórica y pictórica de Chillida necesitaba para ser descubierta en toda su dimensión. Obra artística y espacio arquitectónico y patrimonial comparten un mismo lenguaje en Chillida Leku, y por ello, el resultado final que disfruta el visitante constituye un maridaje perfecto entre inspiración cultural y fuerza natural.
El director de la publicación, el historiador Xavier Allepuz, miembro desde 2003 de la junta rectora que gestionamos el Museo de Vilafamés, dedica especial atención informativa al conjunto del nuevo programa de exposiciones creado por el museo en los tres últimos años para dinamizar la colección y favorecer los intercambios de su fondo artístico.
Otros museos de los que se ofrece una mirada informativa especial en el sumario de la revista son el Museu del Disseny de Barcelona, Museo de Arte Pereira (Colombia), Museo Hermann Nitsch de Nápoles, y el Museo Inacabado de Arte Urbano (MIAU) de la localidad castellonense de Fanzara. La revista se presentó en Vilafamés con la alegría de constatar que existe entre sus promotores compromiso y fuerza artística para que en los próximos números se consolide como una publicación diferente, que sabe hablar de los museos no institucionales del mundo.
El Museo de Arte Contemporáneo de Vilafamés cuenta con una revista de arte dirigida a aquellos profesionales, instituciones y amantes de las artes plásticas que en la actualidad siguen encontrando en los museos las respuestas a sus inquietudes estéticas. Los museos hace tiempo que dejaron de ser contenedores indiscriminados de objetos culturales, cuya ordenación y exposición venían marcados por los criterios y tendencias de cada entidad titular del espacio. Vilafamés, por impulso de su creador Vicente Aguilera Cerni, nació con la vocación de ser un museo abierto en el que la obra de arte permaneciera el tiempo que deseaba su creador. Por tanto su ordenación interna siempre iba a ser temporal y cambiante.
"Diferents, revista de museus" sacó su primer número anual en 2016, pero es realmente en el 2017 cuando ha empezado a circular por los circuitos culturales a los que va destinada. Se define como un espacio para el encuentro, el debate y la reflexión sobre diferentes aspectos relacionados con la museología. La publicación quiere dar visibilidad y difundir los museos que por sus características propias podrían considerarse singulares, tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Difundir las aportaciones del mundo de la investigación y democratizar el conocimiento en el campo de la museología.
En el MACVAC (Museo de Arte Contemporáneo Vicente Aguilera Cerni) somos diferentes no sólo por ese cuño de origen que nos obliga a ser un contenedor cultural y dinámico, adaptable al debate cultural de cada época. Somos diferentes porque somos de los pocos museos que hemos aprovechado el espléndido patrimonio cultural y rural de un pueblo, en este caso la villa castellonense de Vilafamés, para incorporar a su oferta turística un museo representativo de lo que fueron las principales tendencias artísticas del antifranquismo en España.
En el primer número ofrezco un artículo en el que narro mis experiencias subjetivas de evolución y crecimiento personal, marcadas por las imágenes y los impactos estéticos de numerosas obras que siguen luciendo su calidad en las diversas salas del museo. Aguilera Cerni fué uno de los intelectuales que supo poner en la órbita de la tendencias europeas a la creación plástica española durante los difíciles años de la dictadura, impulsando el trabajo de numerosos artistas que todavía siguen ofreciendo unas obras de gran atractivo.
Si todavía no os habeis desplazado a conocer este pueblo y este museo, imprescindible en la historia del arte contemporáneo, os animo a que os programeis la visita. Nació en la misma época que el museo de arte de Cuenca. Pero a diferencia de este, en el que se ofrece un importante recorrido del arte abstracto, en Vilafamés encontrareis piezas de arte informal junto a pinturas y esculturas de innumerables escuelas y tendencias.
En la revista escribimos Maria Dolores Jiménez-Blanco, Vicent Álvarez, Mercedes Torres Aguilera-Cerni, Juan Ángel Blasco Carrascosa, Patricia Mir, Maria Teresa Pastor, Lledó Felip, Mónica Fornals, Maria Celina Torlá y Jaime Millás. La dirección de la publicación corresponde a Xavier Allepuz.
Alrededor de un centenar de gestores y profesionales de museos hemos apoyado con nuestra presencia la convocatoria lanzada por el Museo Nacional de Cerámica González Martí, de València, para revisar la relación de los museos de nuestra comunidad autónoma con su entorno social a través de la asociación de amigos del museo.
Del centenar de entidades museísticas, de carácter público y privado, que existen en la Comunidad Valenciana a lo largo de la jornada hemos conocido la actividad que desarrollan en este campo el museo convocante, el IVAM - que no tiene asociación porque la relación con amigos y patrocinadores forma parte de su programa cultural-, la asociación ciudadana que promueve el Museo de Cerámica de L’Alcora y la asociación que está detrás del museo de cerámica de Agost.
También se ha presentado la Federación Española de Amigos de los Museos (FEAM), organismo que aglutina a más de 35.000 socios a través de las diferentes asociaciones locales registradas en la federación. La FEAM ofrece asesoramiento a los museos que desean crear asociaciones de amigos.
El MACVAC (Museo de Arte Contemporáneo- Vicente Aguilera Cerni) ha estado representado por mí, en calidad de conservador de la Junta Rectora. La creación de la Asociación de Amigos del MACVAC es uno de los proyectos que se quiere impulsar cuando el Museo de Vilafamés esté gestionado por una futura Fundación.
El museo de Arte Contemporáneo Vicente Aguilera Cerni, de Vilafamés, el MACVAC, está mostrando en los últimos meses sus aires de renovación y puesta al día al acercarse lo más posible a las zonas de donde procede parte destacada de sus visitantes. En este reencuentro social se trata de mostrar, por un lado, nuevas imágenes de uno de los pueblos más hermosos de España en diálogo con el arte rompedor y moderno que se conserva en el interior del Palacio del Bayle. Por otra parte, el mensaje esta integrado por palabras y razonamientos, para que los amigos del Museo renueven su reconocimiento hacia una obra cultural que comenzó a principio de los años 70 del pasado siglo, y que sin ningún momento de interrupción en su actividad, en especial después de la muerte del fundador, goza de un sólido apoyo institucional y de una popularidad entre los viajeros que visitan El Maestrazgo, en la provincia de Castellón.
Las impactantes imágenes de Antonio Pradas proyectan un torrente de color y formas en el espectador, consciente de que contenido y continente en Vilafamés convierten la visita al MACVAC en una experiencia diferente y singular. En el coloquio celebrado en la sala Ámbito Cultural de El Corte Inglés recordamos que el valor de la actividad artística se encuentra en su capacidad para renovar una sociedad, un espacio social y físico, y crear un horizonte de fantasía y creación allí donde se quiere limitar la libertad y el crecimiento personal.
La actual directora Rosalía Torrent compartió el protagonismo con Pepe Garnería, el anterior director del Museo y estrecho colaborador del fundador.La nieta de Vicente Aguilera, Merxe Torres Aguilera, nos acercó su biografía en una semblanza que subrayaba la vigencia de un sueño realizado en los tiempos del franquismo, gracias a la buena estrella que siempre guió a su abuelo. El pintor y profesor universitario Horacio Silva, en representación del medio millar de artistas con obra en el museo, reiteró la modernidad del proyecto desarrollado en Vilafamés y el liderazgo cultural y artístico que hasta su muerte supo ejercer Aguilera Cerni.